Cómo debes lavar tu faja correctamente

Cuidar adecuadamente tu faja es crucial para mantener elasticidad, forma y compresión. Lo mejor es lavado a mano utilizando jabón neutro y secar al aire libre.

Cuidar adecuadamente tu faja es crucial para mantener su elasticidad, forma y compresión. Ya sea que uses la faja diariamente, postquirúrgica o durante el ejercicio, seguir una rutina de limpieza adecuada prolongará su durabilidad. A continuación, te explicamos los diferentes métodos para lavar una faja, dependiendo del tipo de material y tu situación.

Instrucciones básicas para lavar una faja

Antes de empezar, siempre lee las instrucciones del fabricante. Cada tipo de faja (de compresión, postquirúrgica, etc.) puede tener diferentes requerimientos en función de sus materiales.

Métodos para lavar tu faja

Lavado a mano (el método recomendado)

El lavado a mano es la mejor opción, ya que permite un control más preciso para evitar el desgaste excesivo:

• Paso 1: Usa agua fría y un detergente suave sin blanqueador. Evita detergentes fuertes que puedan dañar la elasticidad de la faja.
• Paso 2: Sumerge la faja y frota suavemente las áreas más sucias, como la zona de la cintura o las axilas.
• Paso 3: Aclara bien para eliminar todo el jabón y deja que escurra el agua sin retorcer la prenda.

Lavado en lavadora (con precaución)

Si decides usar la lavadora, sigue estos consejos para minimizar el desgaste:

• Paso 1: Coloca la faja en una bolsa de malla para ropa delicada.
• Paso 2: Usa el ciclo delicado y selecciona agua fría.
• Paso 3: Evita el uso de la secadora, ya que el calor puede dañar los materiales de compresión y el látex.

Lavado en seco (no recomendado)

Lavar en seco no es aconsejable para la mayoría de las fajas, ya que los productos químicos utilizados pueden dañar las fibras elásticas. Opta por los métodos anteriores para garantizar una mayor durabilidad.

Secado adecuado

• Secado al aire libre: La mejor opción para conservar tu faja es dejarla secar al aire libre, sobre una superficie plana y en un lugar con sombra. Evita la exposición directa al sol, ya que puede decolorar los tejidos y reducir la elasticidad.
• No uses secadora: El calor de la secadora puede dañar gravemente la estructura de la faja, haciéndola menos efectiva.

Consejos adicionales para cuidar tu faja

• Intercala el uso de tus fajas: Si usas fajas con frecuencia, es ideal tener más de una para que cada prenda tenga tiempo de descansar entre usos. Esto prolonga la vida útil.
• Guárdalas adecuadamente: Almacena tus fajas en un lugar fresco y seco. Evita las áreas con luz solar directa o humedad.
• Revisa regularmente tu faja: Comprueba si hay signos de desgaste, como costuras sueltas o pérdida de elasticidad, y actúa de inmediato para evitar un mayor deterioro.

Siguiendo estos simples pasos y utilizando los métodos adecuados, tu faja conservará su forma y durabilidad por más tiempo. Recuerda siempre priorizar el lavado a mano y evitar el uso de secadoras o calor excesivo para prolongar la vida de tus fajas.